El recuperador celular es un dispositivo electrónico utilizado para la recuperación de sangre autóloga, para posterior re-infusión de glóbulos rojos en determinadas intervenciones quirúrgicas, donde se prevé un sangrado importante.
Este método de recuperación celular usa equipos automáticos en los que la sangre es recuperada por aspiración, anticoagulada y filtrada. Después, pasa a un reservorio para ser bombeada a una campana de centrifugación, que separa y lava las células hemáticas con suero salino.
El concentrado de hematíes suspendido en suero salino, con un valor hematocrito entre 50-70%, pasa a una bolsa de re-infusión y el resto se desecha. Durante el proceso se elimina el plasma, productos tóxicos producidos por la hemólisis, factores de la coagulación, plaquetas y grasa.
Todo ello está regulado por un microprocesador con detectores internos de aire y válvulas unidireccionales.
La sangre aspirada y anticoagulada se reserva en un receptáculo desechable. Cuando este se llena, la sangre puede ser re-infundida inmediatamente, o tras un proceso estándar de lavado para eliminar hemoglobina libre y otras sustancias.
La sangre se recoge en un reservorio con anticoagulante y se reinfunde a través de un filtro. No es sangre lavada.
Eliminación del riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, sensibilización y reacciones inmunológicas indeseables relacionadas con la transfusión de sangre alogénica, especialmente en mujeres en edad reproductiva y en pacientes transfundidos.
Menor tiempo de hospitalización.
Reducción de los costos de manejo del proceso al evitar la necesidad de realizar pruebas de compatibilidad, determinación de grupo sanguíneo y exámenes clínicos de donadores y paciente.
Pronta cicatrización postquirúrgica.
Útil en pacientes que se oponen a recibir donación de sangre de otros individuos.
Glóbulos rojos vitales frescos
A continuación, se anexan estudios realizados en México sobre el uso del recuperador celular y sus beneficios.